Una evidencia: Madrid no tiene playa, no hay mar. Un reto: construir un barco en la capital, nada menos que de tres plantas y 14 metros de altura. El equipo de Globomedia, bajo el timón del capitán Álex Pina, se echó a la mar hace dos años. "Ha sido un proceso arduo y complicado. Un proyecto que nunca antes se ha hecho", explica Pina, productor ejecutivo y guionista de la serie que, temporalmente, se llama 'El barco'.
El equipo de arte, bajo la dirección de Fernando González, trabaja contra viento y marea para construir el plató donde se grabarán las escenas de interiores, que debe tener una característica muy especial: tiene que poder inundarse, mojarse entero. "Es una dificultad a la que no nos habíamos enfrentado antes".
"El barco se enfrenta a una situación complicada, única, terrible, sin posibilidad de volver a tierra", adelanta el productor ejecutivo. "Digamos que la Tierra no será como ha sido hasta ahora". Y hasta ahí puede leer. La idea es presentar una serie coral, con una gran figura que será el capitán, la tripulación y los alumnos del buque escuela, con el objetivo de llegar a diferentes targets de edad. "Es una serie que innova, que presenta un diferencial absoluto", apunta Pina, que agradece la confianza y el respaldo de Antena 3 al proyecto, cuyo estreno está previsto para 2011. La línea argumental está emparentada con Julio Verne: misterio, elementos fantásticos, pero desde una mirada vital y cómica.
El 'casting' para buscar los actores aún no se ha iniciado –"tenemos claro el perfil, pero no los nombres"– y el del barco está a punto de cerrarse. En este proyecto todo el proceso ha sido al revés: lo más apremiante era el escenario, tanto de interiores como exteriores.
Uno de los principales quebraderos de cabeza del equipo es cómo afrontar las grabaciones en alta mar, uno de los pilares de la serie. Están estudiando diferentes posibilidades –desde el mismo barco, plataformas...–, siempre teniendo la seguridad como prioridad.
La tripulación ultima los detalles para zarpar. El mar está en calma. Sólo falta el capitán que, desde el otro lado de la cámara, sea capaz de llevar este barco a buen puerto.
Fuente: periodico "El mundo"
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